Cuando entramos por primera vez en esta casa, fue un poco como la casa del terror…todo oscuro, muebles enormes y antiguos de madera, candelabros, cuadros antiguos con marcos dorados gigantes…y ellos, una pareja joven con ganas de innovar, el cambio iba a ser sin duda increíble.. Lo primero que vimos era que le faltaba mucha luz y pensamos que unir la cocina al salón sería un gran acierto. En origen, había un solo baño muy grande pero con una forma incómoda así que conseguimos crear un pequeño aseo contiguo que les resultaría muy práctico. Reconvertimos la entrada desplazando un tabique para abrirla y poder meter un armario gabanero donde guardar nuestras prendas y calzado del día a día. En el dormitorio principal fue donde más tiempo invertimos. Era su capricho y tenía que quedar perfecto! diseñamos y fabricamos todo a medida siguiendo la estética de las puertas del resto de la casa y el blanco roto que elegimos como color de todas las paredes.